La piscina es una fuente de salud y de emociones positivas. Después de un buen chapuzón, sientes una fuerza renovadora que te llenas de energía. Desafortunadamente algunas personas no pueden gozar de estos beneficios. Puede que ellos sean bastante saludables e incluso que tengan piscinas privadas. Pero simplemente tienen estas consecuencias porque no conocen las reglas para tener una buena experiencia en las piscinas.
Así que, una persona puede nadar una hora y media antes o después de comer. Esto con la finalidad de mantenerse saludable, no se recomienda estar en el agua por más de 30 minutos y después proseguir con una ducha, se recomienda un descanso de 10 a 15 minutos envuelto en una toalla.
El requisito más importante de seguridad mientras te bañas en la piscina es que te asegures de ajustar la temperatura adecuada del agua. El agua muy caliente en la piscina puede causar una gran cantidad de problemas. Una de sus peores consecuencias puede provocar problemas al corazón. Debido a que el agua caliente estimula la circulación sanguínea y como consecuencia propiciar un fuerte impacto en el estado de los capilares.
La actividad física en aguas a elevadas temperaturas sólo incrementa el impacto al corazón, y después de un baño puede perjudicar a su salud. La temperatura del agua en la piscina para adultos debe oscilar del 24 al 26° C, y para los niños una temperatura no superior a 30° C. Por supuesto, estos valores pueden variar dependiendo de la finalidad de baño. Por ejemplo, en piscinas donde personas que participan activamente en los deportes como natación, la temperatura del agua debe estar alrededor de 22° C, en las piscinas de entrenamiento riguroso debe estar por encima de 23 a 26° C.
En piscinas bajo techo individuales la temperatura óptima es de 24 a 28° C , la temperatura del aire debe ser 2.3° C por encima: si está por debajo, el baño se volverá muy incómodo. Tampoco debes ajustar la temperatura del agua demasiado fría. Si no utilizas la piscina para el deporte profesional, su temperatura debe estar por encima de 23° C . De lo contrario, tu cuerpo comenzará a acumular activamente grasa subcutánea, como mecanismo instintivo para protegerte contra el frío.
La alberca debe permanecer fresca, así te podrá proporcionar salud, juventud y fuerza para ti y tu familia.
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